Cuando nos enamoramos y la persona amada nos corresponde de la misma manera, la ocasión hace que nos sintamos muy felices; por tal motivo estamos en un estado emocional de alegría y felicidad; atribuimos a la otra persona toda una serie de cualidades que en la mayoría de los casos magnificamos.
Cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona vemos en ella una persona encantadora, que nos cautiva por una serie de cualidades que nos gustan y nos atraen; como pueden ser su físico, su belleza, su manera de ser, de comportarse, de moverse, de hablar, por su inteligencia, y miles de cosas más.... En cada persona el enamoramiento surge por causas diferentes y específicas.
Cuando la persona enamorada es correspondida, siente un deseo irresistible de pasar más tiempo cerca de la persona amada, de conocerla, de intercambiar afectos, muestras de cariño y de abordar toda su vida.
La persona que se enamora piensa que ese amor es el definitivo, que esa persona es única/o e irrepetible y que esa relación va a perdurar para siempre.
Sin embargo todo forma parte de un proceso; ¡Que pueda o no acabar en verdadero amor! es otra cosa, todo dependerá en gran medida del conocimiento y el trato que vayan teniendo esas dos personas entre sí, las cosas que tengan en común, los gustos, preferencias, objetivos, etc.
Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial, para convertirlo en una amor sólido donde se cimiente una relación duradera y de entrega, dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.
Pero no siempre todo es como queremos que sea, o es color de rosa; en muchas ocaciones el que ama no es correspondido de la misma manera por la otra persona. Cuando es así, la persona enamorada experimenta un sentimiento de tristeza, desilución, y frustración que tendrá que ir superando para salir de este estado.
O en otros casos, sobre todo en edades tempranas, (adolesencia) confundimos este sentimiento, creemos estar enamorados, incluso de ídolos o famosos, cuando solo se siente admiración por lo que hacen o por como son físicamente, y se confunde con el amor.
También existen aquellas personas que tras recibir una decepción amorosa, quieren volver a enamorarse para olvidar el amor que le está haciendo sufrir, mantienen una relación con otra persona con la que se sienten cómodos pero no enamorados, y pasado cierto tiempo esta relación fracasa.
Para nadie es un secreto que cuándo nos comienza a gustar otra persona, o nos creemos enamorados perdemos un poco la cabeza, ya que no pensamos bien las cosas y obramos a la ligera, olvidandonos así de las consecuencias que pueden tener nuestros acciones.
Cuando estamos enamorados, así lo creemos, no nos importa la edad, ni el estado civil, ni la ubicacìón geográfica, y ahora ni siquiera el sexo.
Pienso que experimentar este sentimiento, tal véz sea una de las mejores cosas que el ser humano pueda hacer, pero también pienso que es bueno mantener un balance, como en todas las demás experiencias de la vida...
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